El número de estadounidenses que solicitaron prestaciones por desempleo disminuyó inesperadamente la semana pasada, mientras que otro informe mostró que los precios de producción se aceleraron en enero.
Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo descendieron a 194,000 personas en la semana que finalizó el 11 de febrero, según datos del Departamento de Trabajo publicados el jueves, una cifra inferior a la revisada a la baja de 195,000 de la semana anterior. Los economistas habían pronosticado que la cifra ascendería a 200,000.
La media móvil de cuatro semanas, que tiene en cuenta la volatilidad del recuento semanal, subió en 500 hasta 189,500. Por su parte, las solicitudes de subsidios continuados también subieron ligeramente hasta los 1.696 millones, por encima de los 1.680 millones de la semana anterior y superando las estimaciones.
«Este es su recordatorio semanal de que el mercado laboral de EE.UU. sigue siendo secularmente estrecho», dijo Bob Elliott, director ejecutivo de Unlimited Funds en un tweet. «Las solicitudes iniciales y continuas se mueven lateralmente en niveles bajos. El empleo probablemente no está en auge tanto como sugieren las nóminas, pero este mercado laboral es fuerte».
Enfriar el mercado laboral al rojo vivo ha sido un objetivo central para la Reserva Federal. En menos de un año, el banco central estadounidense ha elevado su rango objetivo de tasas de interés de casi cero a entre el 4.5% y el 4.75%, con la esperanza, en parte, de que estas subidas relajen el mercado laboral, calmen la demanda y, en última instancia, ayuden a reducir la elevada inflación.
Pero sigue habiendo muchas ofertas de empleo para los nuevos desempleados. Las {{ecl-1057||ofertas de empleo superaron los 11 millones en diciembre, mientras que el último informe sobre el mercado laboral fue mucho más sólido de lo que los economistas habían previsto en un principio.
En una publicación separada del jueves, los datos del Departamento de Trabajo mostraron que los precios de producción mensuales aumentaron un 0.7% en enero, recuperándose de un descenso del 0.2% en el mes anterior y por encima de las previsiones de crecimiento del 0.4%.
Tras la publicación de los datos del IPP, los futuros de los principales índices estadounidenses cayeron, ya que los inversionistas temían que los datos persuadieran a la Reserva Federal de seguir aplicando su política monetaria restrictiva durante más tiempo.
Otros datos de esta semana mostraron que, aunque la inflación anual de los precios al consumo en la mayor economía del mundo se ralentizó ligeramente hasta el 6.4% el mes pasado, el crecimiento de los precios sigue siendo muy superior al objetivo del 2% de la Reserva Federal. La inflación también se aceleró mes a mes, lo que sugiere que el ritmo de desaceleración puede estar perdiendo algo de fuerza.
Las ventas al por menor también crecieron más de lo previsto a principios de año, gracias en parte a la sólida situación del empleo en Estados Unidos. La persistencia de una inflación elevada dio un impulso adicional a los datos en términos nominales.
